
Hoy voy hablar de arte... tengo que confesar que no soy experta en pintura y ni tengo gustos esquisitos ni exóticos, soy más bien de gustame lo simple, con lo que creo yo tienen buena técnica y sobre todo que me transmita un mensaje claro. Por eso no me gusta el arte subrealista o el cubismo...me da dolor de cabeza estar pensando qué sensación me transmite... todo lo contrario al pintor que les voy a enseñar...espero que ustedes también disfruten...es del impresionsita Joaquín Sorolla y Bastida 1823-1923
Esta obra me hace recordar el verano y cómo disfrutan los niños en la playa, mis hijas se vuelven sirenas...esta obra es una auténtica foto en movimiento... en el cuadro se ven los pies de las niñas casi sin tocar el suelo, los trajes volando al viento, la piel sonrosadas por los largos inviernos,miren la arena como un espejo, las tonalidades rosas de un atardecer Valenciano, la redondez de un bebe sano y bien alimentado tanto que a la madre le cuesta levantarlo y sino miren la cara de la señora...el cuadro es un reflejo de la maestría de Sorolla, si es difícil fotografiar a niños imagínense pintarlos...todos los niños son iguales pero se hacen más iguales en la playa a temporal y a social, sin reflejo de tristeza. Con patrones de conducta casi igual que las actuales...las niñas juegan por un lado con nenas de su misma edad a ser delicadas princesas...los niños más alejados juegan a ser guerreros más brutos... y un bebé que todavía no sabe cogido tiernamente y protegido por su madre... si hoy van a la playa verán que no ha pasado el tiempo todo sigue igual...

Es injusto que tanto esfuerzo de estos y tantos hombres de Dios, se vea empañado por unos locos insensatos que se aprovechan de la inocencia de los niños...no es justo... Pero todo hay que decirlo Sorolla quiso con este lienzo hacer una denuncia social...y se titula "La Triste Herencia"... tengo muchos cuadros en la mente pero hoy ya me he enrollado suficiente...
y¿Qué te dicen estas obras a ti?
Sorolla tiene obras que te dejan sin aliento. La iluminación es fascinante. No cabe duda alguna que son obras que te llenan el alma, te dan optimismo, felicidad. Sorolla me ha llegado a gustar tanto como Gabino Amaya Cacho, es increíble lograr tantos detalles ¡son indescriptibles!
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