Hoy he tenido el gran lujo de dar un curso titulado: "los encargos en el hogar", y digo el gran lujo de poder impartir este tipo de cursos porque me permiten leer estudios muy interesantes sobre la educación de los hijos, que como todos sabemos es una tarea difícil y muchas veces amorosa mente ingrata...bien a lo que iba la cuestión es que no se dan encargos para que "los jefes de la tribu" (en este caso Papá y Mamá) se den la gran vida sino para que "los indios de la tribu" (en este caso mis hijas) aprendan valores tan importantes como: compartir, saberse imprescindible dentro de la comunidad, pero también y lo que es clave: sentirse feliz viendo a la gente feliz por su ayuda... que es la fuente de la felicidad...le estamos dando en definitiva las herramientas para socializarse e integrarse con alegría...
Los encargos han de estar pensados para cada niño por: su edad, sus virtudes o para fomentar estas...
Los padres han de seguir unos pasos: 1º reunión familiar donde se comenten las asignaciones 2º motiva para que hagan bien los encargos y con mucha energía y alegría 3º corregir 4º supervisar y siempre con una actitud muy positiva o como se dice en argot profesional acertiva.
Los padres NUNCA DEBEN: 1º hacer el trabajo encargado por ser más rápido o mejor 2º comparar entre hermanos (ellos solitos se encargarán de esto) 3º supervisar puliendo el trabajo si el niño ha hecho el trabajo hecho está y muy bien aunque el churrete baje por la mesa para abajo...
y ahora ustedes dirán, esta chica tiene que tener a las niñas como el ejército...pues NO...mis hijas ay si yo les contara...
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